30.1.09

El verdadero significado de Otomo.

La práctica Otomo es una tradición japonesa entre los maestros de artes marciales, habitualmente confundida con la de Uchideshi (discípulo privado). Esto es porque a menudo uno de los Uchideshi es el que hace de Otomo. Por lo general es considerado como un método de entrenamiento para Uchideshi. Cuidar del maestro como un sirviente.

Sin embargo hay un significado más profundo en la práctica de Otomo. Los maestros de artes marciales suelen obtener la iluminación durante la meditación. La iluminación quiere decir que uno toma conciencia de su mundo interior y entiende que observándolo es el único modo de desarrollar la vida en la verdad. Algunos bailarines, pintores, actores, músicos y practicantes de meditación lograron este estado. Observar el mundo interior da tal sentimiento de bienestar que uno no tiene el deseo de amistades o vida social. Disfrutando sólo de su trabajo, el arte que desempeña o la enseñanza, además de las actividades básicas de vida como comer, beber, el sexo, dar un paseo. Esto puede malinterpretarse debido a la falta de amistades o vida social. La gente puede considerar esto como ser frío o descortés. Es por eso que un maestro necesita un Otomo, una persona que pueda hacer un puente entre el maestro y otras personas.

Un maestro no está interesado en la conversación pero está siempre listo para enseñar o contestar preguntas, la presencia del Otomo impide la conversación, pero da la posibilidad para hacer preguntas. En muchas cenas se sigue conversando durante una o dos horas. El Otomo puede llevar al maestro a casa sin molestar a la gente que está disfrutando de la conversación.

El Otomo, también, puede practicar meditación en la vida cotidiana mientras está con el maestro. No es importante si uno está iluminado o no porque nadie sabe por qué sucede la iluminación o como iluminar a otros. Lo importante es entender la vida después de la iluminación. Todos los filósofos y artistas terminan viviendo en dirección a la vida después de la iluminación. Esto muestra que la vida después de la iluminación es el objetivo natural para todo desarrollo humano. Aquí está el valor de la iluminación y la meditación.

Kenjiro Yoshigasaki Sensei, Junio 2008.

Traducción - Joaquín Sánchez Cruces