14.7.11

Entrevista a Endo Seishiro Shihan. Parte 2


La siguiente entrevista fue realizada por Stanley Pranin y fue publicada en el nº 106 de Aikido Journal en el año 1996.

AJ: ¿Cual fue su impresión cuando conoció a O’sensei?

ES: No puedo decir que medio la impresión de gran fuerza o algo así. Por supuesto, sus ojos eran muy penetrantes cuando estaba haciendo las técnicas, pero en general me pareció más como un agradable anciano, amable, como un abuelo. Durante el entrenamiento en realidad nunca me lanzó ni nada por el estilo.

AJ: ¿Todavía estudiaba en la universidad cuando lo conoció?

ES: Lo vi por primera vez durante el segundo año en la universidad, cuando comencé a entrenar en Hombu regularmente. Nunca hablé con el hasta julio de mi ultimo año, o sea cuando tome la decisión de enrolarme al Aikikai. Mi padre me acompaño para dar el aval de mi conducta a Kisshomaru Sensei, y en ese momento tuve la oportunidad de hablar con O’Sensei por primera vez. Recuerdo que una vez O’Sensei estaba explicando algo y me dijo que tratara de empujar sus rodillas de costado. Estaba asombrado de lo suave que se sentía. Pero era suave de manera que lo desafiaba a uno a empujar, dando la sensación de que si empujaba mas fuerte, caería en un vacío. Esta suavidad tan peculiar me dejo una fuerte impresión. Otra vez, cuando todos se habían ido del dojo tome ukemi de O’Sensei cuando hizo una demostración a unos periodistas. mostraba una técnica similar a suwari waza kokyuho, pero cuando me moví para tratar de agarrar sus brazos, todo lo que sentí fue haber golpeado contra una enorme roca y salí volando.

AJ: ¿Cómo fue el entrenamiento para convertirse en un profesional del Aikido?

ES: Bueno, realmente no era gran cosa (risas). Practicábamos de 6:30 a 9:00 de la mañana, por supuesto, pero luego yo hacia otras cosas como ir a la playa en Enoshima con otros practicantes. Por otro lado no había muchos lugares para poder enseñar, así que teníamos libertad para hacer otro tipo de cosas.

AJ: ¡Debe tener buenos recuerdos de aquella época!

ES: Si, Fue genial! Ahora los seminarios de la universidad duran solo unos días, pero en aquellos tiempos duraban una semana completa. De lo contrario no hubiéramos tenido ningún trabajo para hacer. Por supuesto yo cumplía con mi cuota de entrenamiento. Una parte importante del mismo era la limpieza del dojo cada mañana después de la practica. Nadie me lo ordenaba, solo tenia ganas de hacerlo. Limpiaba los baños todos los días. Todo estaba tan limpio que se hubiera podido comer allí. El dojo esta envejecido ahora, así que es inevitable que se vea un poco sucio, pero los baños es algo que se puede mantener inmaculado si se da el tiempo necesario para la limpieza. Me pregunto si ese tipo de cosas no serían más importantes que la práctica en el tatami. De todos modos para mi fue una excelente experiencia. Tenemos la expresión "Acumular la virtud oculta" (Intoku wo tsumu), que se refiere a mejorar uno mismo haciendo voluntariamente tareas que la gente normalmente trata de evitar. Pienso que ese tipo de “austeridades” fueron una parte importante de mi entrenamiento.

AJ: Ud. mencionó que era un ávido lector. ¿Hay alguna obra en particular que considere su favorita?

ES: Hay tantos libros que realmente me gustan que me sería difícil escoger alguno. Cuando era joven, en mis 20’s leí muchos libros sobre budismo zen, particularmente la secta rinzai. Después comencé a leer también de la secta soto. En realidad debo admitir que si bien es cierto que mi lectura cubre un amplio espectro, no puedo decir que soy versado en ningún tema en particular. El que mucho abarca poco aprieta como dice el dicho. Solo soy un adicto a la lectura. No estoy tranquilo a menos que tenga algo cerca para leer. Siempre llevo un libro encima incluso si es pesado, o no tengo tiempo para leerlo. En estos momentos estoy leyendo algo de Tempu Nakamura.

AJ: ¿Cuándo se sintió interesado por Tempu Nakamura? ¿Fué en su juventud?

ES: A menudo escuchaba hablar de el a mi sempai, quien había ido de visita el Tempukai. A parte de eso, no sabia mucho de él.

AJ: ¿Hubo en la época de su entrada al Aikikai, algún shihan que lo haya impresionado particularmente?

ES: Koichi Tohei fue probablemente el que mas me impresiono. Además de ser el mayor, tenia una fuerte y única personalidad. Osawa Sensei fue otro. Él me tomo algo así como bajo su protección, y me hablaba mucho sobre el aikido y la vida en general. Hoy por hoy soy una de esas personas que dice estar profundamente agradecido a Osawa sensei. Por otro lado, en aquel entonces, los maestros del Hombu eran relativamente jóvenes y tanto estudiantes como profesores entrenábamos enérgicamente, así que me resulta difícil escoger a uno que me haya infliuenciado en mi más que el resto.

AJ: ¿Cómo era la forma de enseñar de Tohei Sensei?

ES: En conclusión, pienso que hizo las cosas mas fáciles de aprender. Pensándolo bien creo que su método estaba muy influenciado por Tempu Nakamura. Solía decir por ejemplo: "Piensa que el centro de gravedad de tu brazo esta abajo" y cosas así. Yo trataba de seguir sus instrucciones lo mejor que podía, pero por supuesto no era tan fácil. Tohei Sensei me corregía una y otra vez, y de repente me decía: "Ah, has mejorado". El problema era que no podía darme cuenta que había cambiado para justificar ese comentario. ¿Cómo podía decir que mejoraba si no podía darme cuenta del cambio yo mismo?. Esto siguió sucediendo y por momentos me sentí frustrado. Tohei Sensei tenía tanto para dar que a veces me pregunto si hubiera sido mejor que adoptara otro método de enseñanza.

(Continua)


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